Hace un par de semanas, parte de lo más "sabroso" de la "micro-quedada" que hicimos en Madrid para ir de desguaces, tuvo lugar -como no- en la cafetería del desguace. En una de las conversaciones que quedó en el aire entre inVOLVOlución y un servidor se fraguó una cuestión que ahora saco a la luz para recabar opiniones.
Ante un coche veterano, clásico o incluso ante uno que pretendes que llegue a veterano o a clásico, caben dos posibilidades.
1. Que intentes que hasta la última abrazadera del manguito más perdido sea volvo original, y a ser posible, del año en que se fabricó el coche. (Me acaban de romper una luna trasera de mi 940 y no sabéis el cabreo que llevo al ver que es la única que no lleva la inscripción "Volvo 92").
2. Que vayas con un sentido práctico, más a la americana y, con conocimiento y sentido común (propio o adquirido a especialistas), te líes a introducir mejoras (auténticas mejoras) a tu coche. Si un coche es un medio de transporte, y además es tu capricho, también puede parecer "natural" que, si por ejemplo juzgas que tu suspensión es demasiado blanda, quieras cambiarle las barras o lo amortiguadores... a pesar de que un buen montón de ingenieros se devanó los sesos para que ese coche tuviera exactamente el punto que tiene al salir de fábrica.
A mí me parece que mi 940 está bien como está. Tengo la sospecha de que introducir mejoras es algo que solamente debe hacerse si se trata de mantener esa pieza de por vida para uno mismo; eso es algo que solo se puede hacer cuando lo que pretendes es tener el coche de tu vida. Para empezar, mi sospecha es que todo el dinero que le metas en mejoras, es dinero que nunca acabarás de recuperar si decides vender.
Eso ya me vale en uno de los muchísimos 940 que se fabricaron en 1992. ¡Pa' qué decirte cuando hablamos de un PV, de un Amazon, de un 262 Bertone, o de cualquier modelo con una fabricación más limitada o de los que quedan muchos menos en circulación.
InVOLVOlución nos ha regalado un excelente reportaje en el que se ve de todo: desde modelos excelentemente restaurados hasta modelos excelentemente conservados, pasando por algunos que muestran un desgaste de uso que nos hace ver lo que puede aguantar un coche bien fabricado.
Si, es tentador llevarle el coche a un mecánico artesano y dejar los 155hp de "El Pacobote" para que muevan el equipo de música y el sistema de Aire Acondicionado, porque el resto de los 500hp que te pongan va a transformarlo en "El Pacohete".
La pregunta es, ¿Qué os parece que vale más la pena? ¿Cuál de las dos opciones es más adecuada para cada caso?
Saludos
Ante un coche veterano, clásico o incluso ante uno que pretendes que llegue a veterano o a clásico, caben dos posibilidades.
1. Que intentes que hasta la última abrazadera del manguito más perdido sea volvo original, y a ser posible, del año en que se fabricó el coche. (Me acaban de romper una luna trasera de mi 940 y no sabéis el cabreo que llevo al ver que es la única que no lleva la inscripción "Volvo 92").
2. Que vayas con un sentido práctico, más a la americana y, con conocimiento y sentido común (propio o adquirido a especialistas), te líes a introducir mejoras (auténticas mejoras) a tu coche. Si un coche es un medio de transporte, y además es tu capricho, también puede parecer "natural" que, si por ejemplo juzgas que tu suspensión es demasiado blanda, quieras cambiarle las barras o lo amortiguadores... a pesar de que un buen montón de ingenieros se devanó los sesos para que ese coche tuviera exactamente el punto que tiene al salir de fábrica.
A mí me parece que mi 940 está bien como está. Tengo la sospecha de que introducir mejoras es algo que solamente debe hacerse si se trata de mantener esa pieza de por vida para uno mismo; eso es algo que solo se puede hacer cuando lo que pretendes es tener el coche de tu vida. Para empezar, mi sospecha es que todo el dinero que le metas en mejoras, es dinero que nunca acabarás de recuperar si decides vender.
Eso ya me vale en uno de los muchísimos 940 que se fabricaron en 1992. ¡Pa' qué decirte cuando hablamos de un PV, de un Amazon, de un 262 Bertone, o de cualquier modelo con una fabricación más limitada o de los que quedan muchos menos en circulación.
InVOLVOlución nos ha regalado un excelente reportaje en el que se ve de todo: desde modelos excelentemente restaurados hasta modelos excelentemente conservados, pasando por algunos que muestran un desgaste de uso que nos hace ver lo que puede aguantar un coche bien fabricado.
Si, es tentador llevarle el coche a un mecánico artesano y dejar los 155hp de "El Pacobote" para que muevan el equipo de música y el sistema de Aire Acondicionado, porque el resto de los 500hp que te pongan va a transformarlo en "El Pacohete".
La pregunta es, ¿Qué os parece que vale más la pena? ¿Cuál de las dos opciones es más adecuada para cada caso?
Saludos