Con respecto a los antinieblas delanteros he de decir que no me importa lo mas mínimo no tenerlos. No sirven para nada cuando hay niebla, para nada. No amplían la distancia de visibilidad y para lo único que valen es para alumbrar 4 metros por delante del coche y para deslumbrar a quien viene de frente cuando no hay niebla. Cualquier profesional os lo dirá y que todo el mundo pruebe un día de niebla cerrada como ve más; si con las cortas los antinieblas o con las largas. No se puede ver mas allá de lo que la niebla lo permita. Ni con las largas podreis ver un metro mas allá así que con las antinieblas menos.
No valen para nada, si acaso una pijadica estetica.
:_tu::_tu::_ja::_ja::_ja:
¿Estás de broma con esas afirmaciones que haces, verdad?, jajajajajajajaja. Me gustaría ver la cara que pondrían los ingenieros que han desarrollado las luces antiniebla, ante tus afirmaciones. Jajajajajajaja...
En fin, voy a intentar explicarte qué son y para qué sirven:
La luz de cruce o corto alcance de faros halógenos, no sustituye a la luz de los faros antiniebla, y tampoco la sustituye la luz de cruce de unos faros de xenón, o de unos faros LED, por superior que sea el haz de luz que proyectan estas tecnologías. Si hay niebla encenderíamos la luz de cruce, pero no vamos a tener la misma calidad de iluminación que si tuviéramos además luz antiniebla.
La niebla es un fenómeno meteorológico que consiste en la
suspensión de gotas muy finas de agua en el aire, debido normalmente a una humedad alta y una temperatura ambiente fría. En otras palabras, es una nube baja a ras de suelo.
Y otra obviedad más, la niebla dificulta la visibilidad, porque nuestros ojos tienen que ver a través de esa infinidad de diminutas gotas de agua. Y lo mismo sucede cuando hay lluvia intensa; en este caso sigue habiendo gotas de agua, más grandes claro está, entre nuestros ojos y lo que queremos ver.
Pues bien, para intentar ver y que nos vean un poco mejor, los ingenieros hace tiempo se pusieron a pensar en qué tipo de faro y luz podían hacer, pensando en que su haz atraviese mejor esas gotas de agua en suspensión, e ilumine un poco mejor la calzada. Y así se crearon los faros antiniebla.
Tanto la lámpara como el propio faro (el reflector que da forma y proyecta el haz de luz),
se diseñan para que el haz de luz atraviese un poco más la niebla, e ilumine un poco mejor el carril. Este haz de luz es más intenso que el de la luz de cruce, pero además se orienta algo más bajo y ancho.
Así que aunque la niebla no es un fenómeno que nos encontremos todos los días en la carretera, y aunque dependerá más de la zona en la que vivamos, las
zonas más húmedas y frías o junto al mar suelen tener más días de niebla que las zonas cálidas y secas, los faros antiniebla son muy útiles.
Me cuesta entender que con lo que vale un coche, se escatime al final por un elemento que en el fondo, montado en serie en la fábrica, no encarecería más de 150 euros el precio final del vehículo. En mi opinión un coche no debería NO tener faros antiniebla delanteros (los faros antiniebla traseros sí son obligatorios).
La luz antiniebla delantera se enciende solo en tres supuestos:
1º- Con niebla, y tanto más cuanto más espesa sea ésta.
2º- Con lluvia muy intensa, nevando o con nubes de polvo o humo.
3º- Cuando se circule de noche por una carretera de calzada estrecha, con una sucesión de curvas de poca visibilidad (con la correspondiente señal de curvas peligrosas), se pueden llevar encendidos los faros antiniebla.
Si además la niebla es muy densa y la lluvia, nieve o nube de polvo o humo es muy intensa y reduce drásticamente la visibilidad, se encenderá además la
luz posterior de niebla, de color rojo muy intenso (que sin niebla deslumbra y molesta muchísimo a quien vaya detrás nuestro). Cuando desaparezca la niebla, lluvia, ni esté nevando ni se encuentre ya la nube de polvo o humo, se tiene que apagar la luz antiniebla, primero la trasera, en cuanto disminuya la densidad, y después la delantera. Es un acto que nuestro cerebro tiene que hacer automáticamente, al igual que ponemos o quitamos las luces de largo alcance en carretera, según nos crucemos o no con otro vehículo. Para ayudarnos a entenderlo mejor, podemos fijarnos en lo que vemos. Si con la niebla, lluvia, etcétera me cuesta ver el carril, debería encender los faros antiniebla delanteros, si además me cuesta ver las luces traseras de los coches que van delante mío, entonces debería encender también la luz antiniebla posterior. Y al revés según vaya viendo mejor, para ir apagándolas.
Y muy IMPORTANTE:
En condiciones normales no se puede circular con las luces antiniebla, pues deslumbraremos a los otros conductores.