Mi caso es al revés: era mi señora la que más quería en el mundo un XC70 por encima de cualquier otra cosa (y yo el segundo del mundo) y lo disfrutamos muchísimo, pero por circunstancias de la vida, ahora tenemos un asqueroso SUV de mierda, como buenos borregos, pero babeamos cada vez que vemos un AUTÉNTICO COCHE DE VERDAD, como tu repelente trasto para vender malacatones en el rastro. Que no se puede querer todo? Pues no, pero se intenta.
Anda y ponle pronto las pegatinas, para que dejes de darme envidia y tenga motivos para meterme contigo