Los pobres de los concesionarios son los que al final tiene que dar la cara por la empresa, a los que le toca discutir con el cliente cabreado -y con razón- y los que están atados de pies y manos si la casa no responde como debe.
Lo comento, porque si no conseguís alcanzar un acuerdo satisfactorio y razonable con el conce y por las buenas, creo que airear públicamente el defecto del coche hace que las casas se pongan las pilas.
Y ya sabéis que Volvo España tiene mucha presencia en todas las redes sociales, y los comentarios públicos y razonados les duelen. Al final, el del conce es un mandao como cualquier otro, no les conceden excesivo margen de actuación.