Cada accidente es un mundo de causas y efectos. Los resultados son muy distintos, efectivamente, pero en este caso da la impresión de que el coche que alcanza frenó intensamente, lo que, además de reducir la velocidad y fuerza del impacto, provocó que agachase el morro y acabase introduciéndose por debajo del alcanzado, de esa forma tan curiosa. En el otro caso se puede apreciar que el coche que alcanza no frena, con lo que el impacto no se amortigua lo más mínimo y el citado efecto no se produce, absorbiendo el alcanzado toda la fuerza del impacto.