Yo con el mío jamás ha bajado de 6,2 el consumo en las condiciones más favorables. Y como le exijas en carretera no baja de los 7. Me parece tragón.
El cambio automático es una delicia.
Es desesperante el start/stop, no se puede desconectar.
Y no trae varilla para mirar el aceite, te tienes que encomendar a la electrónica (para mi gusto, imperdonable).
El "cuadro" de instrumentos, para ser digital, echo de menos algunos que otros indicadores. Volvo ha hecho una apuesta por la sobriedad también en este aspecto.
Y para mi los asientos son los más incómodos que he tenido en un Volvo. Añoro los de mi ex V70, incluso hasta los de mi ex V50 me resultaban mucho más cómodos para viajes largos.
En resumen, es un coche que si no tienes unas exigencias dinámicas muy elevadas, es muy cómodo y agradecido de conducir, con una suavidad reseñable.