Lo del bulto en el coche, unido a todo lo demás que cuentas, resulta surealista y alabo tu paciencia y sentido del humor (haces muy bien en tomártelo así, que esto son, como dice una amiga, “problemas del primer mundo”). Afortunadamente, el asunto se ha aclarado y no ha resultado ser la erupción de un sarpullido, sino el fruto de chorizos incompetentes. Como parece que te lo han (medio) solucionado, además del resto de incidencias y etapas de tu particular “viacrucis”, tocará disfrutar del coche (que tiene cualidades para ello) y esperar tiempos mejores. Creo que la estadística, y la justicia distributiva te favorecen. Lo mereces también por la paciencia desplegada