Coincido contigo en que comprar un SUV buscando deportividad es un sin sentido. Acepto que puedan ser rápidos (cuestión de echarle CV a la cosa), pero difícilmente deportivos.
Sin embargo, en esta prueba no se trata de valorar la deportividad del vehículo, sino de ver como se comporta ante la presencia de un obstáculo inesperado en la carretera que te obligue a cambiar rápido de carril y reincorporarte luego al tuyo. Se trata, por tanto, de una prueba de seguridad.
En los dos vídeos que os pongo a continuación se ven como dos SUV salen bastante airosos de la prueba. Y lo hacen de dos modos distintos. El XC60 de un modo más fluido, mientras que el Tarraco tira de electrónica para "dejar muerto" el coche (tanto que casi lo para). Pero ambos sortean el obstáculo de un modo noble y predecible, no precisando ser Carlos Sainz para domarlos.
Sin embargo, en esta prueba no se trata de valorar la deportividad del vehículo, sino de ver como se comporta ante la presencia de un obstáculo inesperado en la carretera que te obligue a cambiar rápido de carril y reincorporarte luego al tuyo. Se trata, por tanto, de una prueba de seguridad.
En los dos vídeos que os pongo a continuación se ven como dos SUV salen bastante airosos de la prueba. Y lo hacen de dos modos distintos. El XC60 de un modo más fluido, mientras que el Tarraco tira de electrónica para "dejar muerto" el coche (tanto que casi lo para). Pero ambos sortean el obstáculo de un modo noble y predecible, no precisando ser Carlos Sainz para domarlos.